- ¿Qué ha pasado aquí?- exclama él paralizado por la sorpresa y el horror.
- ¿Qué pasa Dan?- pregunto yo asustada.
- ¡Esto no es posible!
- Pero, ¿me vas a decir que pasa?
- ¡Aquí antes había una casa!
- ¿Cómo? ¡Pero si asuí no hay nada!
- ¡Por eso lo digo! ¡Te juro que es verdad!
- Tranquilo, tranquilo, te creo... pero, ¿qué puede haber pasado?
- Seguro que han sido los cabrones esos, los que se llevaron a mi familia.
Cada vez le veo mas enfadado, está fuera de sí. Tiene los puños cerrados, como siga así se va a hacer daño...
- Vale, mira, vamos a hacer una cosa ¿si?, voy a ver si puedo rastrear algo, conseguir alguna pista, una huella, un olor... algo, ¿vale? Pero tranquilízate por favor, me estás empezando a dar miedo.
Se me queda mirando, cierra los ojos y se queda quieto un minuto.
- Vale- me dice al rato- ya estoy mas tranquilo. Vamos a ello.
- Bien. ¿Por dónde era exactamente?
- Por aquí- dice señalandome una zona en medio del claro del bosque donde nos encontramos.
Me pongo en el centro y miro alrededor. No consigo ver nada fuera de lo común, mucha hierba pero todo como si nada hubiese pasado por ahí nunca. Es raro, realmente no hay rastro de nada, no entiendo nada. Cierro los ojos y huelo en el aire, un olor extraño llega hasta mi nariz. Intento localizar de dónde proviene pero no veo absolutamente nada. Abro los ojos y veo a Dan mirándome fijamente.
- ¿Has encontrado algo?- me pregunta ansioso.
- Físico no, pero huelo algo extraño... es como si hubiese algo que no pertenece a este sitio, es un olor que está completamente fuera de lugar.
- ¿Qué es?
- No lo sé, no veo nada anormal, a lo mejor es de algo que estuvo aquí pero que ya se fue...
- ¿Pueden ser ellos?¿O quizás de mi familia?
- No, el olor no tiene nada que ver contigo, seguramente será de los que se lo llevaron.
- ¿Y puedes saber hacia dónde se fueron?
- No, el olor está concentrado aquí, no va a ninguna parte...
Pone cara de desesperación. Le miro directamente a los ojos en un intento de tranquilizarlo. Cuando se encuentran nuestras miradas, se quedan suspendidas en el aire sin hacer caso de nada de lo que nos rodea. Estamos sólo él y yo. Nada más. La tensión se palpa, siento algo fuerte en mi pecho pero lucho contra ese sentimiento para que no salga a la luz. Estamos así largo rato hasta que, con gran esfuerzo, logramos apartar nuestra vista del otro y miramos para otro lado.
- Bueno.. será mejor que nos vayamos ya ¿no?- dice él un poco aturdido.
- Si, será mejor.
Nos subimos en el coche y hacemos el camino hasta casa en completo silencio. Miro su cara por el espejo una y otra vez en un vago intento de descubrir qué piensa, que siente, pero nada, es tan díficil...
Por fin llegamos a casa. Nos bajamos del cohce y entramos. Nos tumbamos cada uno en un sofá del salón y miramos hacia el techo. Nos quedamos así, absortos en nuestros pensamientos. ¿En qué piensa ahora mismo? ¿Será en mí? ¿Soy la única de los dos que siente un estallido en el pecho cada vez que nos miramos? ¿Y qué me pasa? ¡Yo nunca he sido así! ¡Nunca había sentido semejante cosa! ¿Por qué ahora? ¿Por qué él? ¿Qué tiene que no tenga el resto? De repente, un sonido de móvil me saca de mis cavilaciones, es su teléfono.
- ¿Quién es?- responde.
...
- ¡Ah! ¡Hola! Yo.. no... no esperaba tu llamada.
...
- Si, si, claro que me alegro.
...
- Yo bien ¿y tú?
...
- ¿Cuando vienes entonces?
...
- Emmm... vale, pero eso es mucho antes de lo que habíamos previsto...
...
- Ya, no te queda otra. En fin, ¿nos vemos la semana que viene entonces?
...
- Bien, adios.
...
- eee... si.... yoo... yo también te quiero.
¿Qué? ¿Qué era eso? ¿Qué acababa de decir?
- ¿Quién era?
- Ehh.. esto...
- Venga, dímelo Dan.
- No se si quieres saberlo...
- Claro que si ¿Por que noiba a querer?- se me ocurren varias razones, empiezo a rezar para que no diga lo que creo que va a decir.
- Pues verás... eraa...-dice indeciso-... eraa...
- ¿Qué pasa Dan?- pregunto yo asustada.
- ¡Esto no es posible!
- Pero, ¿me vas a decir que pasa?
- ¡Aquí antes había una casa!
- ¿Cómo? ¡Pero si asuí no hay nada!
- ¡Por eso lo digo! ¡Te juro que es verdad!
- Tranquilo, tranquilo, te creo... pero, ¿qué puede haber pasado?
- Seguro que han sido los cabrones esos, los que se llevaron a mi familia.
Cada vez le veo mas enfadado, está fuera de sí. Tiene los puños cerrados, como siga así se va a hacer daño...
- Vale, mira, vamos a hacer una cosa ¿si?, voy a ver si puedo rastrear algo, conseguir alguna pista, una huella, un olor... algo, ¿vale? Pero tranquilízate por favor, me estás empezando a dar miedo.
Se me queda mirando, cierra los ojos y se queda quieto un minuto.
- Vale- me dice al rato- ya estoy mas tranquilo. Vamos a ello.
- Bien. ¿Por dónde era exactamente?
- Por aquí- dice señalandome una zona en medio del claro del bosque donde nos encontramos.
Me pongo en el centro y miro alrededor. No consigo ver nada fuera de lo común, mucha hierba pero todo como si nada hubiese pasado por ahí nunca. Es raro, realmente no hay rastro de nada, no entiendo nada. Cierro los ojos y huelo en el aire, un olor extraño llega hasta mi nariz. Intento localizar de dónde proviene pero no veo absolutamente nada. Abro los ojos y veo a Dan mirándome fijamente.
- ¿Has encontrado algo?- me pregunta ansioso.
- Físico no, pero huelo algo extraño... es como si hubiese algo que no pertenece a este sitio, es un olor que está completamente fuera de lugar.
- ¿Qué es?
- No lo sé, no veo nada anormal, a lo mejor es de algo que estuvo aquí pero que ya se fue...
- ¿Pueden ser ellos?¿O quizás de mi familia?
- No, el olor no tiene nada que ver contigo, seguramente será de los que se lo llevaron.
- ¿Y puedes saber hacia dónde se fueron?
- No, el olor está concentrado aquí, no va a ninguna parte...
Pone cara de desesperación. Le miro directamente a los ojos en un intento de tranquilizarlo. Cuando se encuentran nuestras miradas, se quedan suspendidas en el aire sin hacer caso de nada de lo que nos rodea. Estamos sólo él y yo. Nada más. La tensión se palpa, siento algo fuerte en mi pecho pero lucho contra ese sentimiento para que no salga a la luz. Estamos así largo rato hasta que, con gran esfuerzo, logramos apartar nuestra vista del otro y miramos para otro lado.
- Bueno.. será mejor que nos vayamos ya ¿no?- dice él un poco aturdido.
- Si, será mejor.
Nos subimos en el coche y hacemos el camino hasta casa en completo silencio. Miro su cara por el espejo una y otra vez en un vago intento de descubrir qué piensa, que siente, pero nada, es tan díficil...
Por fin llegamos a casa. Nos bajamos del cohce y entramos. Nos tumbamos cada uno en un sofá del salón y miramos hacia el techo. Nos quedamos así, absortos en nuestros pensamientos. ¿En qué piensa ahora mismo? ¿Será en mí? ¿Soy la única de los dos que siente un estallido en el pecho cada vez que nos miramos? ¿Y qué me pasa? ¡Yo nunca he sido así! ¡Nunca había sentido semejante cosa! ¿Por qué ahora? ¿Por qué él? ¿Qué tiene que no tenga el resto? De repente, un sonido de móvil me saca de mis cavilaciones, es su teléfono.
- ¿Quién es?- responde.
...
- ¡Ah! ¡Hola! Yo.. no... no esperaba tu llamada.
...
- Si, si, claro que me alegro.
...
- Yo bien ¿y tú?
...
- ¿Cuando vienes entonces?
...
- Emmm... vale, pero eso es mucho antes de lo que habíamos previsto...
...
- Ya, no te queda otra. En fin, ¿nos vemos la semana que viene entonces?
...
- Bien, adios.
...
- eee... si.... yoo... yo también te quiero.
¿Qué? ¿Qué era eso? ¿Qué acababa de decir?
- ¿Quién era?
- Ehh.. esto...
- Venga, dímelo Dan.
- No se si quieres saberlo...
- Claro que si ¿Por que noiba a querer?- se me ocurren varias razones, empiezo a rezar para que no diga lo que creo que va a decir.
- Pues verás... eraa...-dice indeciso-... eraa...