miércoles, 2 de septiembre de 2009

13- Dando explicaciones




- Pues verás... eraa...-dice indeciso-... eraa...
- ¡Oh, venga! Dilo...
- Vale, era mi novia

Lo sabía, lo sabía... entonces, ¿por qué me siento tan sumamente mal? ¡Al fin y al cabo, sólo lo conozco de hace un día! Es tan sumamente absurdo... él no me gusta, casi no lo conozco, no, no y no. Se acabó, él es uno más. Sí, así es, para mi no es nada, nadie, es sólo un chico al que tengo que ayudar. Pues ya está, no pasa nada.


- Kristen, ¿te pasa algo?
- ¿Qué? Eeeeh, no nada, no pasa nada.
- ¿Te importa?
- ¿El qué?
- Lo que te acabo de decir...
- ¡Ah! No, claro que no ¿Por qué me iba a importar?
- No, por nada, por nada...
- Bueno, ahora tenemos que ver que vamos a hacer con lo tuyo.


Espero que no vuelva a sacar el tema, no es que me importe demasiado, pero me desagrada, no me gusta saber de la vida amorosa de la gente...


- Pero es que no tenemos nada...
- Mira, mañana vuelve mi familia, por lo tanto mi padre, seguro que él puede ayudarnos, hasta entonces, quédate aquí.
- Y después, ¿a dónde voy?
- Seguro que mi padre te deja quedarte.

Pasamos lo queda de día en casa sin hablar mucho. Se ha hecho de noche y yo tengo sueño, el fin de semana ha sido largo, necesito descansar. Me voy a dormir y durante toda la noche tengo sueños muy extraños...


Escucho un ruido de fondo. ¿Qué pasa? Quiero dormir, que se calle ya por favor. Nada, no hay manera. Me levanto y salgo de mi cuarto. Empiezo a bajar las escaleras. Los ruidos se oyen en el salón. Cojo lo primero que me encuentro, una lampara, pues vaya arma... en fin, tendré que arreglarme con esto. Bajo muy despacito, no hay ninguna luz encendida. Cuando llego abajo miro a todos lados pero no veo nada. De repente, algo me toca por detrás, me doy la vuelta rápidamente, levanto la lámpara y empiezo a descargarla, entonces, una mano la sujeta en el aire...

- ¿Se puede saber qué haces? ¿Me quieres matar o qué?

No me lo puedo creer.

- ¿Johnny? ¡¿Me quieres matar del susto o qué?!
- ¡Tranquila enana! Solamente hemos llegado antes de tiempo, nada más.
- ¿Y mamá y papá?
- Saliendo del garaje, han pasado a recogerme y nos hemos venido.
- Vale, voy a subir un momento, convoca reunión en el salón, tenemos temas importantes de los que hablar...

Subo corriendo y entro en la habitación de mi hermano. Me encuentro a Dan tirado en la cama, sin sábanas, durmiendo a pierna suelta. Qué guapo está así... ¡Venga! Vamos Kristen, nos has venido a eso.

Me acerco rápidamente y empiezo a zarandearle.

- ¡Vamos Dan, despierta!
- Mmmm... ¿Qué?.... ¿qué pasa?
- Mis padres han llegado, tenemos que hablar, rápido, vamos al salón.
- Vale, ve bajando tú, voy a vestirme.

Tengo que explicarselo todo a papá, eso sin que a mamá le dé antes un ataque nervios por tener aquí un chico por la noche... a ver como me las arreglo.

Cuando bajo me encuentro a mis padres sentados en uno de los sofás con mi hermano. Me acerco y les doy un abrazo a cada uno.

- Hola Kaeli.
- Hola papá.
-Hija, ¿me vas a decir qué hacemos aquí?
- Tengo que explicaros algo, pero antes tenemos que esperar a alguien.

Miro hacia la escalera y justo en ese momento aparece Dani. Miro a mis padres y veo a mi madre con una cara dificil de describir, pero seguro que de sorpresa agradable no era.

- ¿Se puede saber quién es ese, que hace en nuestra casa, y por qué precisamente cuando tú estasd sola?

Dios, está muy cabreada.

- Mamá, relájate, tengo que explicaroslo, está en problemas y papá le puede ayudar...
- Aquí la única que está en problemas eres tú señorita.
- No, espera- dice de pronto mi padre- me suena, creo que lo conozco, ¿tú no eres...?

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